Representantes del referido sector han confirmado este viernes que miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas estarán presentes en las unidades de transporte para proteger a conductores y usuarios. El Ejecutivo ha accedido así a militarizar un sistema de movilidad clave especialmente en la capital, San Salvador, según han indicado las fuentes.
Los grupos pandilleros han implantado un paro del transporte para obligar al Gobierno a sentarse a la mesa de diálogo. Estos reanudaron los actos violentos desde el año 2014, especialmente desde que el presidente Salvador Sánchez Cerén asumiera el poder en junio del mismo año y anunciara que no habrá negociaciones con los grupos criminales.
El Gobierno acusa a la pandilla Barrio 18, facción Revolucionarios, de ser la principal responsable del boicot al transporte mediante el asesinado de conductores, el ataque constante a las unidades y las amenazas de muerte para quienes prestan el servicio.
La medida del sector, sin embargo, ha sido adoptada después de la muerte de 6 choferes de autobuses a manos de pandillas criminales.
fdd/ctl/nal
