Con el pretexto de la libertad de expresión, se les permite alimentar a un círculo vicioso de vilipendio, intolerancia y politización de los inmigrantes, así como de las minorías marginadas europeas, como los gitanos
Al referirse al aumento de las acciones racistas en el Reino Unido y otros países europeos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Raad al-Husein, ha acusado a algunos periodistas y semanarios británicos de incitar al odio contra los inmigrantes.
En este contexto, Al-Husein ha aludido al tabloide británico “The Sun” y el artículo de Katie Hopkins, publicado el pasado 17 de abril, en el cual se llama “cucarachas” a los inmigrantes, tipo de lenguaje que va en contra de las obligaciones del país en virtud del derecho nacional y del internacional.
“Con el pretexto de la libertad de expresión, se les permite alimentar a un círculo vicioso de vilipendio, intolerancia y politización de los inmigrantes, así como de las minorías marginadas europeas, como los gitanos”, ha señalado en un comunicado.
Además, ha criticado que este tipo de lenguaje es claramente “inflamatorio e inaceptable”, sobre todo, en un diario de circulación nacional y ha aseverado que los editores del “The Sun” al haber decidido publicar el artículo, deben ser considerados responsables junto con la autora.
Según Al-Husein, dicho artículo fue solamente uno de los ejemplos más extremos de miles de artículos contra los extranjeros que han aparecido en los tabloides británicos en las últimas dos décadas.
“Si bien las cuestiones de migración y refugiados son temas totalmente válidos para el debate público, es imperativo que las decisiones de política migratoria que afectan la vida de las personas y sus derechos humanos fundamentales, deben hacerse sobre la base de los hechos, no en ficción, exageración o flagrante xenofobia”, ha concluido el funcionario de la ONU.

Las protestas antirracistas se celebran frecuentemente en el Reino Unido. El pasado 21 de marzo, miles de personas tomaron las calles de Londres, capital británica, para condenar el creciente racismo y fascismo en toda Europa.
Por otra parte, los activistas en el Reino Unido lanzaron el pasado 13 de abril una campaña para pegar más de mil pósters contra la xenofobia en las principales estaciones de metro y de tren del país.
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