Ed (Miliband) hace discursos sobre la austeridad, pero no hace más que unas semanas desde que se recorrió todos los salones para defender que se votara un recorte de 30.000 millones de libras.
“Ed (Miliband) hace discursos sobre la austeridad, pero no hace más que unas semanas desde que se recorrió todos los salones para defender que se votara un recorte de 30.000 millones de libras”, recriminó en un momento del debate al candidato laborista la ministra principal de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés, Nicola Sturgeon, valorada por muchos como la mejor oradora de la noche.
Sturgeon concluyó su intervención enviando un mensaje de paz a todos los británicos, pero advirtiéndoles de que no va a ocultar que quiere independizarse del Reino Unido.
Y si un 28 % de los encuestados por el instituto de estudios Yougov vieron a la nacionalista escocesa triunfante en el bautizado como Debate de los Líderes, un 20 % de los mismos se decantaron por el también nacionalista, este británico, anti Unión Europea y antinmigracionista eurodiputado Nigel Farage.
A poca distancia ya quedaron el actual primer ministro, David Cameron (18 %), que defendió su gestión, y el líder laborista Edward Miliband, que pese a ser considerado líder de la oposición acabó como perdedor de la noche, al reconocer la superioridad de Sturgeon diputados y votantes tanto conservadores como de su propio partido.
Tras criticar el mal estado de la Sanidad británica bajo Cameron y su socio de gabinete, el liberaldemócrata Nicholas Clegg, agachaba la cabeza cuando se le recordó que la degradación comenzó bajo un Gobierno laborista del que él formaba parte. Miliband insiste en que lo perjudicó el formato del debate.
Él quería un mano a mano con el actual primer ministro, pero Cameron lo rechazó, lo que ha dado ocasión de exponerse ante las cámaras para todos los británicos, en un debate a siete, a líderes de partidos menores que no suelen tener esa oportunidad, en la segunda campaña electoral en que el Reino Unido realiza debates televisados, después de las de 2010.
Clegg acusó a los conservadores de hacer recortes presupuestarios impulsados por su ideología, pero su intervención ha sido percibida como rutinaria y repetitiva respecto a la de 2010, muy elogiada entonces, y su presencia en la coalición de Cameron le ha restado credibilidad frente a sus votantes, por lo que tan sólo un 10 % de los encuestados de Yougov lo dieron como ganador.
Las dirigentes del Partido Verde de Inglaterra y Gales, Natalie Bennett (5 %), y del Partido de Gales, Leanne Wood (4 %), dedicaron su tiempo a denostar la política de austeridad y, en particular, la complicidad de los laboristas en este sentido. Wood destacó que los bancos han sido rescatados con dinero del Estado, y que ya es hora de que éste se use para rescatar a la gente.
El Reino Unido ha convocado elecciones generales para el próximo 7 de mayo. Cada una de las 650 circunscripciones elegirá un representante para que, a continuación, la reina de Inglaterra designe como primer ministro a una persona que pueda obtener el voto de confianza de los parlamentarios.
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