"Además de atacar implacablemente a los jóvenes activistas de Egipto, las autoridades están aplastando las esperanzas de toda una generación respecto a un futuro mejor", ha manifestado la directora adjunta del Programa de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Hassiba Hadj Sahrahoui, en un informe publicado este martes por el ente.
"Además de atacar implacablemente a los jóvenes activistas de Egipto, las autoridades están aplastando las esperanzas de toda una generación respecto a un futuro mejor", ha afirmado a directora adjunta del Programa de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Hassiba Hadj Sahrahoui
En el informe denominado “Generación cárcel: la juventud de Egipto pasa de la protesta a la cárcel”, Amnistía estudió 14 jóvenes entre los miles que fueron encarcelados arbitrariamente en el país en los últimos dos años durante las protestas.
AI y otros grupos pro derechos humanos han criticado las políticas represivas bajo la presidencia de Abdel Fatah al-Sisi, quien fue jefe del Ejército, y derrocó al presidente Mohamad Mursi en 2013.
Tras la revolución de Egipto en 2011, que acabó con la dictadura de Hosni Mubarak, los jóvenes fueron vistos como motores potenciales para el cambio; sin embargo, hoy en día, muchos de estos jóvenes activistas están recluidos, lo que muestra que el país norteafricano ha retrocedido en un estado de represión total, ha agregado Sahrahoui.

El pasado mes de mayo, el ente también acusó al Gobierno de Egipto de instrumentalizar los tribunales del país para reprimir a los periodistas y luego condenarlos a prisión.
El Gobierno egipcio, presidido por Abdel Fatah al-Sisi, persigue a la oposición y viola la libertad de expresión, después de que el legítimo expresidente Mohamad Mursi, del movimiento de los Hermanos Musulmanes (HHMM), fuera derrocado en 2013 tras un golpe militar dirigido por el mandatario actual
Las autoridades egipcias han añadido al citado movimiento en la lista de organizaciones terroristas y desde entonces, han reprimido a sus miembros, así como cualquier acto en apoyo al mismo.
Para materializar su política de mano dura contra los simpatizantes de Mursi, el Gobierno ha practicado cambios en el cuerpo judicial del país; de hecho, una corte inhabilitó el pasado 14 de marzo a 41 jueces por apoyar supuestamente a los HHMM.
También, como parte de las políticas represivas del Gobierno, un tribunal de El Cairo condenó el pasado 16 de mayo a Mursi a la pena capital.
Mientras tanto, la justicia ha exculpado --o condenado a ligeras penas de prisión-- a Mubarak o a sus caciques, principalmente, en casos de corrupción, y la mayoría de las decenas de policías juzgados por la muerte de manifestantes han sido absueltos.
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