El parlamentario opositor Andrés Páez, convocante de la manifestación que tuvo lugar en la capitalina Quito, aseguró que los grupos contra el Gobierno de Correa habían hecho una pausa a las protestas debido a la visita del papa Francisco.
“Fuera Correa. Fuera” fue la consigna que convocó a la oposición ecuatoriana para protestar contra la ley de Redistribución de la Riqueza (herencias), una iniciativa del Gobierno con miras a combatir los niveles de pobreza extrema.
Los manifestantes derechistas interrumpieron el tránsito de los vehículos en el centro comercial de Quito mientras gritaban lemas contra el Gobierno y hasta exigieron la renuncia del presidente ecuatoriano.

Entre tanto, efectivos policiales fueron desplegados en el lugar de la manifestación para reanudar el tránsito de vehículos y proteger la sede del partido oficialista, Alianza País, de posibles daños por parte de los opositores.
Esa misma jornada, el jueves, el ministro de Defensa ecuatoriano, Fernando Cordero, recordó a los opositores que "el Gobierno ha sido tolerante al extremo" y advirtió de que la Policía ya está llegando a su límite de tolerancia.
Desde el 5 de junio Quito y varias otras ciudades de Ecuador son escenarios de protestas en contra y a favor de la iniciativa de la Administración de Correa que, según asegura el Gobierno, busca reducir los niveles de pobreza extrema.

No obstante, el jefe del Estado ecuatoriano se vio obligado a retirar temporalmente dicha medida para tratar de evitar la violencia impulsada por los sectores de ultraderecha que, según el mandatario, buscan imponer un golpe de Estado bajo la excusa de oponerse a la ley de Redistribución de la Riqueza.
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