En 2015 y según resultados preliminares, Shell prevé unos beneficios después de impuestos de 2000 millones de dólares (1800 millones de libras). En comparación, sus beneficios netos fueron en 2014 de 15.000 millones de dólares, más de siete veces superiores.
La terminación de la transacción de BG, que es una cuestión de semanas, marcará el inicio de un nuevo capítulo en Shell, para rejuvenecer la empresa y mejorar los réditos de los accionistas", ha dicho la empresa, que el 4 de febrero difundirá sus resultados definitivos para 2015.
Shell está suprimiendo miles de empleos, vendiendo miles de millones de dólares en activos y retirándose de proyectos por los precios del petróleo —por debajo de los 30 dólares el barril, cuando valía 100 a mediados de 2014—.
Entre tanto, la empresa está cerca de completar la gran adquisición de uno de sus competidores, la empresa de gas británica BG Group.
"La terminación de la transacción de BG, que es una cuestión de semanas, marcará el inicio de un nuevo capítulo en Shell, para rejuvenecer la empresa y mejorar los réditos de los accionistas", ha anunciado la empresa, que el 4 de febrero difundirá sus resultados definitivos para 2015.

Por su parte, la petrolera británica British Petroleum (BP) anunció hace casi dos semanas que destruirá 4000 empleos en todo el mundo para hacer frente a la fuerte caída del precio del petróleo por la sobreproducción en el mercado.
El precio del petróleo ha caído por debajo de los 30 dólares, lo que hace cada vez más real el fantasma de la bancarrota para una parte significativa de la industria petrolera estadounidense.
Según un reciente informe de The Wall Street Journal, hasta un tercio de los productores de gas y de petróleo estadounidenses podrían entrar en quiebra con la caída de precios del crudo.
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