“El posconflicto se acerca, el acuerdo final con las Farc está pronto a firmarse, y muestra que este acuerdo no se hace sobre la base de una guerrilla armada, a pesar de que varios sectores del país han expresado su temor mientras se tramita la negociación y se adelanta la justicia transicional”, ha dicho el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, citado este viernes por el diario local El Colombiano.
El posconflicto se acerca, el acuerdo final con las Farc está pronto a firmarse, y muestra que este acuerdo no se hace sobre la base de una guerrilla armada, a pesar de que varios sectores del país han expresado su temor mientras se tramita la negociación y se adelanta la justicia transicional”, ha declarado el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre.
Las reacciones al anuncio del jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’ sobre la posible participación del grupo guerrillero en la escena política de forma activa y la entrega de armas, no se han hecho esperar.

Es el caso del ministro del Interior colombiano, Juan Fernando Cristo, que con cautela ha expresado que el proceso de paz avanzaría con una refrendación ciudadana, es decir el apoyo del pueblo a los acuerdos de paz, a fin de que el procedimiento especial legislativo de paz, que contempla la comisión legislativa y las facultades extraordinarias puedan entrar en vigor.
“Por primera vez aceptan que van a dejar la lucha armada, la violencia, el terrorismo y la criminalidad, es una declaración necesaria para consolidar el proceso de paz, eso sí, se requiere el desmonte de los grupos criminales y una lucha judicial contra la violencia política que también debe ser histórica”, ha manifestado el director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo, respecto al pronunciamiento de Márquez.
Por su parte, el representante del partido Centro Democrático (PCD),Federico Hoyos, ha estimado positiva la participación política de las FARC, siempre y cuando existan condiciones básicas como la entrega de armas.
La delegación de las FARC hizo hincapié el jueves que veía clara la posibilidad de participar en política, no obstante antes de que esta iniciativa se concrete, alertó, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos debe comprometerse a combatir “estructuras paramilitares”, ya que de lo contrario la paz no seria estable.
Las FARC y el Gobierno colombiano iniciaron un proceso de paz en noviembre de 2012 para poner fin a un conflicto armado que ha dejado, según estimaciones, casi 5 millones de desplazados y al menos 600.000 muertos.
Mientras está vigente la tregua unilateral anunciada por las FARC el pasado 20 de julio― prorrogada el 20 de agosto por tiempo indeterminado― el Ejército colombiano realiza operaciones militares contra las posiciones de la guerrilla.
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