Las estadísticas fueron reveladas por funcionarios del Departamento de Inmigración a una audiencia en el Senado celebrada el martes por la tarde.
De acuerdo con informe, existen 15 denuncias por asalto sexual a inmigrantes, entre ellos dos niños, y más de 270 reportes de otros tipos de asalto a los detenidos, en su mayoría solicitantes de asilo político.
Cuatro casos de presunto asalto sexual fueron reportados en instalaciones en Nauru (en Micronesia) y en la Isla de Manus (en Papúa-Nueva Guinea).
El Departamento de Inmigración informó que hay un número abrumador de otras formas de asalto en los centros de detención de inmigrantes con sede en Australia, con 239 denuncias que involucran adultos, y 11 relacionados con niños.
Asimismo, otras 20 denuncias de asalto llegaron desde el centro de detención de la Isla Manus, según el documento.
El informe indica que uno de los empleados del centro de detención de inmigrantes en la Isla Manus fue despedido anteriormente por estar involucrado en los casos de asalto sexual a los detenidos.
En los últimos 10 meses, también se han reportado cientos de casos de autolesiones en los centros de detención, incluyendo 48 casos de niños en las instalaciones en Australia y 26 en Nauru, donde alberga 103 niños, 126 mujeres y 489 hombres inmigrantes.
Un comité del Senado se reunió por primera vez la semana pasada para abordar los crecientes números de abuso sexual de mujeres y niños en Nauru.
En los centros de detención de inmigrantes de Manus y Nauru son habituales las protestas, huelgas de hambre y manifestaciones para exigir un trato mejor de las autoridades australianas a los refugiados y solicitantes de asilo, y la respuesta de Camberra sigue siendo la misma: represión, tortura y maltratos.

La instalación de la Isla Manus, financiado por el Gobierno australiano, pero ubicado en territorio de Papúa-Nueva Guinea, recibe también el nombre de “Guantánamo del Pacífico”, pues alberga a personas que no están acusadas de ningún delito; son solo solicitantes de asilo político.
El comportamiento inhumano de las autoridades australianas con los inmigrantes en los centros de detención financiados por este país ha generado una condena internacional.
A principios de marzo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un informe denunció las políticas de inmigración de Australia, destacando el incumplimiento de Canberra de la convención internacional contra la tortura con su tratamiento a los solicitantes de asilo.
"La detención obligatoria e indefinida (de los refugiados) en la Isla Manus, en condiciones bastante deplorables viola las prohibiciones de trato cruel, inhumano y degradante", según el informe.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha descrito por su parte los campos de Australia en las islas Manus y Nauru como instalaciones "terribles" que "afectan profundamente a los hombres, mujeres y niños alojados allí".
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