• La canciller alemana, Angela Merkel.
Publicada: jueves, 2 de julio de 2015 2:09

Nuevos cables de Wikileaks hablan de un programa de espionaje masivo de EE.UU. contra funcionarios alemanes sobre la crisis de Grecia.

De acuerdo con los documentos revelados el miércoles por Wikileaks, la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés), interceptó las llamadas telefónicas de varios altos cargos alemanes, incluidos ministros y funcionarios responsables de comercio, finanzas, economía y agricultura.

Los espías estadounidenses escucharon 69 conversaciones telefónicas de las autoridades germanas, entre ellas las de la canciller, Angela Merkel y su asistente personal.

Los recientes documentos desclasificados ponen de manifiesto que el Reino Unido también fue cómplice en el programa de espionaje masivo de EE.UU. contra los funcionarios alemanes que buscaban una solución a la crisis griega.

Uno de los documentos corresponde a una conversación entre Merkel y su asistente personal del 11 de octubre de 2011. Durante esta llamada Merkel reveló los desacuerdos en las posturas sobre la crisis griega de miembros de su Gabinete, como el ministro de finanzas Wolfgang Schnaeuble, así como por altos cargos europeos,  incluidos el presidente de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Barroso, el del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y el del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Además, en aquella conversación Merkel expresó la necesidad de presionar a EE.UU. y al Reino Unido para que ayuden a imponer una tasa europea a las transacciones financieras.

Pese al carácter ultrasecreto de este documento, EE.UU. permitió compartirlo con los países forman parte de la alianza de Inteligencia ‘Five Eyes’ (Cinco Ojos, en español): Canadá, Nueva Zelanda, Australia, y Reino Unido.

Wikileaks, muy famoso por difundir cables ultrasecretos de EE.UU., ha desclasificado recientemente el programa de espionaje masivo de Washington contra los políticos de muchos países del mundo, entre ellos, Francia, Bélgica y Alemania.

El pasado 23 de junio, Wikileaks reveló que la NSA espió a los tres últimos presidentes franceses, incluido el actual François Hollande, lo que provocó la cólera de París que convocó al embajador estadounidense para que dé una explicación.

Entre las comunicaciones interceptadas, destaca la pugna entre Hollande y la canciller alemana por el liderazgo de Europa, así como la crisis de Grecia, el futuro de la Unión Europea (UE) y el papel de París en el caso palestino.

La NSA espió además, durante una década, la economía francesa. Según Wikileaks, los ministros de Finanzas, senadores y funcionarios del Tesoro de Francia entre los años 2002 a 2012 fueron víctimas del programa de escuchas ilegales de EE.UU.

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