Las protestas se iniciaron el pasado martes 3 de mayo con el encierro de diez alumnos de secundaria en un colegio de Asunción para exigir la renuncia de la ministra y mejoras en la calidad de enseñanza. Horas después, más colegios nacionales y privados de todo el país se sumaron a la protesta tomando sus respectivos colegios como fuertes de lucha y resistencia.
El motivo detonante de las protestas fue la sobrefacturación de agua mineral y de otros productos en una licitación en el Ministerio, entre otros asuntos; sin embargo, la ministra, al anunciar su dimisión en rueda de prensa, dijo que deja el Ministerio con las cuentas claras y sin estar salpicada por la corrupción.
He logrado pasos casi imposibles en estos dos años y nueve meses y espero que el proceso no se interrumpa y llegue a todos los estudiantes. Con la honorabilidad intacta y el respeto del presidente a mi persona, me hago a un lado", dijo la ministra de Educación y Cultura, Marta Lafuente.
"He logrado pasos casi imposibles en estos dos años y nueve meses y espero que el proceso no se interrumpa y llegue a todos los estudiantes. Con la honorabilidad intacta y el respeto del presidente a mi persona, me hago a un lado", dijo Lafuente.
Estaba previsto para el jueves que el Senado convocara a una reunión extraordinaria para aprobar o rechazar una moción de censura contra la ministra, después de que el día anterior se ausentara de la comparecencia a la que había sido llamada en la Cámara alta debido a la crisis desatada.
Miles de estudiantes participaron en una multitudinaria marcha por el centro de Asunción en reclamo de mejoras educativas y un mayor presupuesto para este sector, con lo que no le quedó más opción que dar un paso al costado.

El presupuesto del Ministerio de Educación y Cultura de Paraguay ocupa el 3,5 % del producto interno bruto del país, siendo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), recomienda invertir el 7 % del PIB.
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