El HRW ha indicado que el régimen saudí en sus ataques del miércoles empleó bombas de racimo contra varias zonas residenciales de Saná, si bien, no tiene constancia de que estos bombardeos han provocado la muerte de civiles.
Finalmente, ha subrayado: "El uso repetido de bombas de racimo por Arabia Saudí en ciudades llenas de personas sugiere un intento de herir a los civiles, lo que es un crimen de guerra", ha asegurado el director de Armas de HRW, Steve Goose.
Asimismo ha declarado que estos ataques son intolerables y demuestran que el régimen de Arabia Saudí no está preocupado por la vida de los civiles durante la guerra.
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