Este valiente "garçon" se llama Safer, es musulmán, francés, y no dudó en jugarse la vida arrastrando a las dos chicas hasta el sótano del local mientras los terroristas seguían disparando a diestro y siniestro.
Safer, que se ha convertido en uno de los héroes de esta tragedia, volvió a visitar la zona de los atentados, su restaurante, la tarde siguiente del ataque donde habló con un periodista del diario italiano La Stampa. Como el resto de parisinos, tampoco Safer alcanza a comprender lo que ha pasado y por qué pero asegura que "eso no es el Islam, es otra cosa".
Asimismo, Safer recuerda al periódico italiano que de entre los ochos terroristas no todos son musulmanes y rechaza así alimentar el miedo y el odio contra los musulmanes por este tipo de acciones que no tiene nada que ver con el Islam real y procede de idea takfirí.

"Lo que Daesh (el grupo terrorista EIIL) busca", asegura al diario español EL MUNDO, Abdeladi Mamoun, orador de Alfortville, "es crear una fractura, una escisión entre los musulmanes y el resto de la sociedad, que se establezca una situación de anarquía en la sociedad francesa donde se masacren unos contra los otros. No podemos tolerarlo, estamos todos en el mismo equipo y tenemos que darnos la mano en este combate", defiende Mamoun.
Una cadena de atentados sacudió el viernes por la noche la capital francesa de París, dejando al menos 129 fallecidos y más de 350 heridos, entre ellos, cerca de un centenar en estado grave, según cifras oficiales.
El grupo takfirí EIIL celebró y reivindicó la autoría de los atentados y amenaza con atacar Roma, Londres y Washington, las capitales de Italia, el Reino Unido y Estados Unidos, respectivamente.
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