En la primera de una serie de votaciones, la Cámara de Representantes del Congreso norteamericano ha derrotado por 302 votos a 126 una iniciativa llamada Asistencia al Ajuste Comercial, que protege los empleos locales y con ello invalida todo el esfuerzo de Obama.
Más tarde, los mismos legisladores han aprobado por estrecho margen una autorización al presidente para finalizar el acuerdo de libre comercio con los países del Pacífico.
Sin embargo, esta segunda votación no tiene efectos prácticos porque la derrota de la reglamentación de protección a los puestos de trabajo bloquea de hecho todo el proyecto.
Las dos medidas ya habían sido aprobadas por el Senado estadounidense, pero la Autoridad de Promoción del Comercio (TPA, en inglés) queda en un limbo legal, pues las dos cámaras del Congreso han aprobado cosas diferentes. De esta forma, todo el proyecto deberá ser renegociado para un texto unificado.

Ese ambicioso proyecto ha sido defendido por el propio Obama como una de sus prioridades antes de dejar la Casa Blanca en 2017.
En el plenario de la Cámara de Representantes, diversos legisladores han pedido la palabra para narrar el drama de la pérdida de empleos en sus respectivas circunscripciones, provocado por la mundialización del libre comercio.
El resultado representa un duro tropiezo para Obama, quien en la mañana de esta misma jornada ha visitado sorpresivamente el Congreso para tratar de convencer a los legisladores de su propio partido apoyar la iniciativa, pero sus reconocidas habilidades de oratoria no han tenido ningún efecto perceptible.
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