• El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Publicada: martes, 28 de abril de 2015 8:24
Actualizada: martes, 28 de abril de 2015 10:20

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, criticó el lunes la política del expresidente de EE. UU., George W. Bush, al afirmar que Al-Qaeda y el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) no se encontraban antes de 2003 en Irak.

Earnest calificó de una “realidad histórica” que antes de la decisión de Bush de destinar grandes recursos militares estadounidenses sobre el terreno en Irak, no hubo Al-Qaeda en este país árabe.

De esta manera, el portavoz de la Casa Blanca subrayó también que existen amplias evidencias que confirman vínculos entre los terroristas de Al-Qaeda en Irak y elementos takfiríes del EIIL.

Tales declaraciones se producen después de que el exmandatario estadounidense criticara las políticas de su sucesor, señalando que Barack Obama retiró las tropas estadounidenses de Irak demasiado rápido en 2011, allanando así el camino para los terroristas.

El expresidente de EE.UU., George W. Bush.

 

En una reunión mantenida el sábado por la noche con donantes judíos en Las Vegas, Nevada (oeste de EE. UU.), Bush mencionó al senador republicano Lindsey Graham quien había dicho que la retirada de Irak fue “un error estratégico”.

De esta manera al recordar las declaraciones de Bush, el portavoz consideró que tales diferencias en la política exterior y perspectiva del actual presidente de EE. UU. y su antecesor han causado que Obama se encuentre sentado en el Despacho Oval.

En otra parte de sus declaraciones, Bush también reprochó la política de Obama hacia Irán, al afirmar que no debe levantar las sanciones contra el país persa por el programa nuclear de Teherán a raíz de un posible acuerdo final.

El presidente de EEUU, Barack Obama.

 

Irán y el G5+1 (EE. UU., el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) llegaron el 2 de abril a un principio de acuerdo e iniciaron hace días la redacción del texto de un eventual pacto que debe lograrse antes de la fecha límite del 30 de junio.

Amén de defender su derecho al enriquecimiento del uranio, Teherán insiste en que si no se eliminan las sanciones antiraníes impuestas por Occidente, tampoco habrá un acuerdo.

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