La decisión ha sido tomada debido a que hace dos meses, Petraeus aceptó declararse culpable de un “delito no grave” de la confiscación y retención no autorizada de material de alto secreto.
El trato que hizo con los fiscales permitió que el general de cuatro estrellas evitara un juicio vergonzoso que arrojaría luz sobre los detalles de su romance con Paula Broadwell, su amante y biógrafa.

A principios de este año, Petraeus admitió haber entregado ocho “libros negros” que contenían “información de defensa nacional y datos de alto secreto” a Broadwell cuando trabajaba en calidad de comandante en Afganistán.
Antes de ser jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), Petraeus fue un famoso comandante militar que supervisó las invasiones estadounidenses en Afganistán e Irak.
El juicio se celebrará la tarde del jueves en el estado oriental de Carolina del Norte, donde su examante vive con su esposo y sus hijos.
De momento los fiscales han optado por sólo 2 años de libertad condicional y una multa equivalente a 40 mil dólares. Sin embargo, Petraeus todavía puede recibir una sentencia de un año de cárcel por la filtración de datos clasificados.
Sin embargo, él no es el primer jefe de la agencia de espionaje estadounidense que enfrenta una sentencia penal.
El director de la CIA en la época del expresidente, Richard Nixon, Richard Helms, fue declarado culpable en 1978 por haber mentido a los legisladores sobre el papel de la CIA en el golpe de Estado militar contra el expresidente chileno, Salvador Allende en 1973.

Helms enfrentó a una multa de sólo 20 mil dólares y la libertad condicional sin tener que pasar ni un día en la cárcel, dejando desconcertados a muchos en los EE.UU. dada la naturaleza de sus crímenes.
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