• Impresión artística del robot Philae de la sonda europea Rosetta, que está en la superficie del cometa 67P.
Publicada: domingo, 9 de agosto de 2015 12:48

El cometa 67P, seguido por la sonda europea Rosetta y el robot Philae posado sobre su accidentada superficie, alcanzará esta semana el perihelio, el punto más cercano al Sol de su viaje interplanetario.

La etapa es importante para los científicos que siguen el periplo desde la Tierra, y que esperan les ayude a descubrir información importante sobre los orígenes de la vida.

Es el momento en que hay más acción", según indica Mark McCaughrean, el consejero científico de la Agencia Espacial Europea.

Al aproximarse al Sol, los hielos subterráneos de un cometa se transforman en vapor que proyecta gases y polvo, la famosa "cola" de estos cuerpos celestes, según informa The Guardian.

El cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko estará en el punto más cercano a nuestra estrella el próximo martes hacia las 02h00 (GMT), a una distancia de 186 millones de kilómetros del Sol, antes de volver a alejarse siguiendo la elipse de su órbita de 6,5 años.

"Es el momento en que hay más acción", ha declarado este domingo Mark McCaughrean, el consejero científico de la Agencia Espacial Europea.

El cometa 67P estará en el punto más cercano al Sol, a una distancia de 186 millones de kilómetros.

 

Por su forma irregular, el cometa de 4 km de diámetro es a menudo comparado a un pato de bañera y para los científicos lo más excitante sería que el cuerpo celeste se parta en pedazos, permitiendo la observación de la materia contenida en su interior.

"Eso sería realmente el Santo Grial para ver lo que hay en el interior del cometa", dice con entusiasmo McCaughrean, aunque la mayoría de los científicos cree que el cometa no es lo suficientemente frágil e inestable como para romperse esta vez.

"Lo que buscamos es materia virgen que podría aflorar" por debajo de la capa de polvo acumulada durante el último perihelio, explica Mark McCaughrean.

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