“Lo que presenciamos durante la respuesta de Irán al régimen sionista se convirtió en la base de una nueva fase y, uno de los resultados más importantes de esta operación, fue que el Eje de la Resistencia ganó más poder”, destacó el jefe de relaciones exteriores del Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), Osama Hamdan, en una entrevista con la cadena de televisión libanesa Al Manar, publicada este miércoles.
Hamdan se refiere a la operación ‘Verdadera Promesa’, un ataque masivo con drones y misiles que Irán llevó a cabo el 14 de abril contra objetivos israelíes en la Palestina ocupada en represalia a varios crímenes del régimen sionista, incluido el ataque al consulado de la embajada de Irán en Damasco, capital siria, el 1 de abril que terminó con la vida de 13 personas, entre ellas siete asesores militares iraníes.
Observando la situación actual de la Resistencia en Gaza, Hamdan afirmó que el régimen de ocupación sigue sorprendido por las capacidades de HAMAS que ha entrado en una fase de conflicto permanente con las tropas de Israel.
Remarcó que el nivel de resistencia de los combatientes sigue siendo alta, mientras que las brigadas sionistas de élite en Gaza se han derrumbado.
“El movimiento de Resistencia goza de buen estado y el enemigo ahora enfrenta una cuestión estratégica de cuánto tiempo continuará esta guerra”, enfatizó Hamdan y señaló que hay operaciones de campo coordinadas y consultas constantes entre los miembros del Eje de Resistencia.
Sobre la amenaza constante de Israel de iniciar una invasión terrestre en Rafah, ciudad sureña de Gaza, donde se hacinan más de 1,5 millones de desplazados de otras zonas del enclave, Hamdan advirtió de que si el enemigo ataca Rafah por tierra, las conversaciones se detendrán porque la Resistencia no negocia bajo fuego.
En su amenaza más reciente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó el martes que ordenaría a su ejército invadir la ciudad de Rafah se llegue o no se llegue a un acuerdo de alto el fuego con el movimiento palestino HAMAS.
Sin embargo, las organizaciones no gubernamentales y un número creciente de países se oponen a esta operación por temor a que provoque la muerte de un gran número de civiles.
El asesinato de más de 34 500 civiles palestinos, la destrucción deliberada de viviendas, e infraestructuras de Gaza, y el uso de hambre como arma de guerra contra civiles, entre otros delitos, son una prueba de que lo que está haciendo Israel en Gaza no es luchar contra la Resistencia palestina, sino que se trata de una limpieza étnica contra el pueblo palestino.
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