Estudié Literatura inglesa y me convertí en un profesor notorio de una de las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos. Sin embargo, la guerra de los Seis Días, en 1967, me recordó nuevamente que soy hijo de una patria ocupada y un tránsfuga.
Me pregunté por qué nadie en los Estados Unidos y en el Occidente prestó atención a esta brutal ocupación. Cuando estudié literatura y la historia del Occidente teniendo esta pregunta en mi mente, me di cuenta de que el Occidente no solo no tiene problemas con Israel, sino que lo ama. ¿Por qué el Occidente ama a Israel?