Bandas israelíes en la trata de personas en Colombia | Minidocu

La trata de personas es una flagrante violación de los derechos humanos, que esclaviza y convierte a las personas en las mercancías de un lucrativo negocio internacional.

 Es el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, después del tráfico de estupefacientes y de armas. De acuerdo con cifras oficiales, la trata se incrementó drásticamente en Colombia en 2023. El 70 % de los casos de trata corresponde a la explotación sexual de mujeres. Varias causas agravan el problema en el país. La alta movilidad en ambientes de precariedad es un factor de riesgo principal. Son personas refugiadas y migrantes vulnerables.

En tal contexto, actúan y proliferan las redes delictivas de trata. Colombia ya no solo es un lugar de origen de víctimas. Ahora, también, se ha convertido en un país receptor. Distintas organizaciones criminales operan en la zona de la frontera colombo-venezolana y cuentan con rutas de tráfico.

El Clan del Golfo y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, controlan los pasos de los migrantes. El delito se crece en la frontera con Venezuela, Eje Cafetero, y ciudades como Medellín, Bogotá, Cali, Cartagena.

La Selva del Darién también se ha convertido en una ruta común para los traficantes, donde son atrapadas en las redes personas procedentes de otros países de Suramérica, el Caribe y África, que buscan llegar a EE. UU. Una pesadilla del “sueño americano”.

Más allá de esta problemática, delicada, pero conocida, aumentan la operación en el país bandas israelíes, que sirven a un pequeño mercado en expansión que involucra a turistas y “mochileros” israelíes. Es un negocio que mezcla tráfico de drogas al detal y trata de personas, pequeño comparado con otros establecidos, pero se multiplica y preocupa a las autoridades.

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