Conforme anunció la agencia yemení de noticias Saba, el Ejército yemení y los combatientes del movimiento popular Ansarolá se hicieron el viernes con el control del campamento de Al-Labanat, tras lanzar un gran asalto contra los mercenarios de Arabia Saudí en la referida provincia.
Las fuerzas yemeníes recuperaron también la aldea de Al-Jasaf, en Al-Yauf, fronteriza con Arabia Saudí, lo que resultó en la posterior huida de los mercenarios saudíes, agrega el medio, citando a una fuente militar yemení, bajo condición de anonimato.
Como consecuencia de esta operación, prosigue, muchos de los elementos afiliados al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y así como varios mercenarios saudíes han muerto o resultado heridos. Además, las tropas yemeníes se incautaron de una gran cantidad de armas y equipamientos militares.
Este nuevo avance tiene lugar casi un mes después de que el Ejército y las tropas populares yemeníes se hicieran con el control total de la provincia de Al-Yauf, fortaleciendo así su posición militar ante Riad y sus aliados, que lanzan desde 2015 una agresión militar contra Yemen, dejando más de 16 000 civiles muertos.
Tales logros ponen de relieve la incapacidad militar de Riad y sus aliados frente a las tropas yemeníes, una situación que ha puesto a Arabia Saudí en un estado de debilidad y ansiedad debido a la posibilidad de su retirada de Yemen con fracaso y sin poder materializar sus complots, según recalcan distintos analistas.
Ante tal situación, Asnarolá advierte que el régimen de los Al Saud “está jugando con la carta de la tregua” unilateral, anunciada el pasado 8 de abril en Yemen, para comprar tiempo y reforzarse.
Las autoridades yemeníes insisten en que el alto el fuego se conseguirá solo mediante el levantamiento completo del bloqueo saudí a Yemen, así como el fin de todas las operaciones militares de la monarquía árabe, incluidas las terrestres, marítimas y aéreas.
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