Los candidatos a la Presidencia francesa que han pasado a la segunda ronda, Emmanuel Macron y Marine Le Pen, se lanzaron a la caza de los siete millones de electores que votaron el domingo 10 de abril por el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, cuya movilización puede cambiar el resultado del 24 de abril. La reforma de las pensiones se ha impuesto como uno de los principales debates en la campaña presidencial. Al respecto, el actual presidente, Macron, dijo que está dispuesto a adaptar tal reforma y abrió la puerta a una modificación de la edad de jubilación.
Por otra parte, la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, anunció que su intención es acabar con lo que llama el monopolio de una oligarquía en el país. Dijo que los electores deben tener los medios para hacer prevalecer su voluntad sobre la de los representantes electos.
Con un 52,5% de los votos, Macron ganaría a Le Pen en la segunda vuelta de las presidenciales, que le seguiría con el 47,5% del sufragio, según resultados del primer sondeo publicado por el Instituto de Estudios de Opinión y Marketing en Francia, tras la primera vuelta de elecciones en la que ambos candidatos quedaron en primera y segunda posición, respectivamente.
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