La decisión de la Corte Suprema de Justicia de dar luz verde al presidente Nayib Bukele de buscar una reelección en 2024, cuando termine su primer mandato, ha generado una ola de críticas en El Salvador.
Hasta el pasado viernes, los presidentes de El Salvador no podían presentarse a un segundo mandato inmediato, según mandaba la Constitución, pero tras un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que da una nueva interpretación a la Carta Magna, esta restricción ya no existe.
El primer beneficiario del fallo es el presidente Nayib Bukele. Los magistrados que reinterpretaron la Constitución fueron nombrados por él, el pasado primero de mayo, luego que la Asamblea Legislativa oficialista destituyera a los cinco magistrados que la conformaban.
La decisión reaviva los temores de los críticos del mandatario que denuncian la deriva autoritaria de Bukele. La oposición, por su parte, denuncia que el oficialismo ni siquiera quiso seguir sus aspiraciones a través de reformas constitucionales.
Sin embargo, los seguidores de Nayib Bukele defienden que la reelección es un proceso que ocurre en otros países del mundo y que no es una aspiración dictatorial.
Lo que les preocupa a los organismos internacionales de derechos humanos no es que un presidente busque la reelección, sino que es la conducta de un mandatario que, según afirman, está debilitando la separación de poderes en el país centroamericano.
rtk/fmk
