Los familiares que participaron en el evento escolar que se realizó en las afueras de Moscú, acordaron no presentar quejas a la Policía si Iván Kurilko, presentara su renuncia, pero el entrenador no cumplió su promesa y continúa trabajando con los niños.
“Ni siquiera voy a inventar excusas. ¡Fue un momento deportivo! Si los padres no están satisfechos, que no dejen que participe”, ha comentado Kurilko a la prensa por teléfono.
Ni siquiera voy a inventar excusas. ¡Fue un momento deportivo! Si los padres no están satisfechos, que no dejen que participe”, ha comentado Kurilko a la prensa por teléfono.
El incidente sucedió cuando uno de los niños se dirigió por error a la esquina equivocada e inmediatamente después fue agredido por Kurilko, afortunadamente el niño llevaba el casco y sólo se amorató.
Sin embargo, la comisionada para los Derechos de los Niños en Rusia, Anna Kuznetsova, ha calificado de inaceptable y peligroso el comportamiento del entrenador.
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