Los manifestantes de Al-Raqa (norte) exigieron ayer viernes a las tropas estadounidenses y francesas, en concreto, que abandonen Siria, y que pongan fin a interferir en los asuntos internos del país.
Los indignados, que protestaban para reiterar su oposición a la presencia “ilegal” de todas las fuerzas “invasoras” en su territorio, quemaron banderas de EE.UU. y de Francia, según las imágenes publicadas en las redes sociales.
Los sirios en Deir Ezzor (este) también marcharon en las calles para condenar “la ocupación estadounidense” y “los crímenes” que comete contra los civiles en este país árabe.
La llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe), que lidera EE.UU., ha cometido horrendos crímenes contra los civiles so pretexto de luchar contra los extremistas takfiríes, usando una gran abanico de armas prohibidas, entre ellas bombas de fósforo.
Hay informes que ratifican protestas en las provincias de Al-Raqa y Deir Ezzor contra el bloqueo de la ayuda humanitaria por las Fuerzas Democráticas Sirias controladas por EE.UU. (…) Durante las marchas (…) los residentes exigieron la retirada de las tropas estadounidenses del territorio sirio”, afirmó el jefe del Centro ruso para la reconciliación en Siria, el teniente general Serguéi Solomatin.
El jefe del Centro ruso para la reconciliación en Siria, el teniente general Serguéi Solomatin, por su parte, informó que los sirios también denunciaban el bloqueo de la ayuda humanitaria por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Washington.
“Hay informes que ratifican protestas en las provincias de Al-Raqa y Deir Ezzor contra el bloqueo de la ayuda humanitaria por las Fuerzas Democráticas Sirias controladas por EE.UU. (…) Durante las marchas (…) los residentes exigieron la retirada de las tropas estadounidenses del territorio sirio”, afirmó Solomatin.
Los manifestantes, prosiguió diciendo el militar ruso, pidieron, asimismo, la ayuda de la comunidad internacional y del Gobierno sirio para facilitar la entrega de la ayuda humanitaria a los necesitados.
El pasado mes de diciembre, hombres armados abrieron fuego contra un convoy de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que llevaba ayuda humanitaria a los ciudadanos sirios desplazados en Deir Ezzor.
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