Los refuerzos del Ejército sirio han sido reubicados desde las provinciales meridionales de Al-Sweida, Damasco y Daraa hasta Hama, junto con una gran cantidad de tanques y vehículos blindados, de acuerdo con una fuente en Hama.
Decenas de miles de soldados también ya se han dirigido a la vecina provincia de Hama, ya que el Ejército sirio busca aumentar sus fuerzas en preparación para la ofensiva en el noroeste de Siria.
En un intento por frenar el avance de las fuerzas sirias en el norte del país árabe, los terroristas anteriormente han hecho explotar varios puentes en Idlib y en la zona norteña de Hama.
El Ejército sirio, apoyado por las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, desde hace semanas, ha centrado su atención sobre Idlib y el norte de Hama, donde tiene planeado comenzar una operación antiterrorista que se avizora como una de las más duras debido a la alta concentración de terroristas.
Entre los varios grupos terroristas activos en Idlib, Hayat Tahrir Al-Sham, la rama local de Al-Qaeda, controla el 60 % de la provincia y cuenta con un tercio de los 30 000 combatientes extremistas que los expertos contabilizan allí.
La liberación de Idlib de la presencia de los terroristas se ha convertido en un tema destacado en medios de comunicación del mundo. De un lado, los occidentales advierten de un “catástrofe humanitaria” y del otro, las autoridades sirias alertan que si Idlib no se recupera de los elementos terroristas, otras provincias se enfrentarán a una nueva crisis.
Asimismo, Damasco acusa al Occidente de ordenar a los terroristas el uso de armas químicas contra civiles en Idlib con el fin de incriminar al Gobierno sirio y bloquear la liberación de la provincia.
Damasco también considera las operaciones militares contra los terroristas en Idlib como derecho soberano del país árabe, garantizado por la ley internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) vinculadas a la lucha antiterrorista.
alg/ktg/hnb
