El canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha dicho este jueves que, anteriormente, el país había informado a las potencias nucleares como EE.UU., Francia y el Reino Unido de que Rusia no ignorará la capacidad de los aviones de combate F-16 para transportar armas nucleares. “Ninguna cantidad de garantías ayudará aquí”, ha declarado al respecto.
“El hecho mismo de la incorporación de esos sistemas a las Fuerzas Armadas de Ucrania será considerado por nosotros como una amenaza de Occidente en la esfera nuclear”, ha subrayado el jefe de la Diplomacia rusa en una entrevista con el diario Lenta.ru.
Al desarrollar su postura, Lavrov ha declarado que en el curso de las operaciones de combate, las fuerzas rusas no podrán determinar si cada avión de este tipo está equipado o no con armas nucleares.
Tras subrayar que EE.UU. y sus satélites de la OTAN están creando riesgos de un enfrentamiento armado directo con Rusia, Lavrov ha advertido que estas medidas tendrían “consecuencias catastróficas”.
Al ser preguntado sobre la posibilidad del uso de armas nucleares por parte de Rusia, ha afirmado que las condiciones del uso de este armamento están determinadas en la Doctrina Militar del país, que declara que las armas nucleares pueden utilizarse solo cuando “la existencia misma del Estado” está en peligro.
Las declaraciones de Lavrov se han producido después de que el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, afirmó el miércoles que es posible que Ucrania reciba unidades de F-16 de países europeos que tienen “un exceso” de estos cazas.
En este sentido, aseveró que el presidente estadounidense, Joe Biden, había tomado la decisión de enviar F-16 a Kiev hace unas semanas, trabajando en estrechas consultas con los aliados, para comenzar el entrenamiento de los pilotos ucranianos en esos aviones, añadiendo que “ese entrenamiento tomará algún tiempo, y luego habrá la transferencia de F-16”.
Esto mientras, se espera que los aviones de combate F-16 llegarán a Ucrania a finales del primer trimestre de 2024.
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