Según un comunicado publicado el miércoles por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, la doctrina nuclear de Moscú tiene un “carácter puramente defensivo” y solo permite que el Kremlin use tales armas con el fin de defender su propia soberanía en caso de un ataque nuclear o si el país se ve amenazado por una agresión con uso de armas convencionales por potencias extranjeras.
“Rusia es guiada estricta y consistentemente por el principio de que una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe desencadenarse”, explicó el texto.
El país euroasiático recalcó que debido a que es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y es conocido como una de las potencias nucleares del mundo, tiene “la responsabilidad especial” para reforzar la seguridad y estabilidad a nivel internacional.
Por lo tanto, hizo un llamamiento a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y China, conocidos como cuatro países con armas nucleares, para que “demuestren en la práctica su disposición a trabajar para resolver esta tarea de alta prioridad”. “[Pedimos a países con armamentos nucleares] abandonar los peligrosos intentos de infringir los intereses vitales de los demás, manteniéndose al margen del conflicto armado directo y de alentar las provocaciones con armas de destrucción masiva”, explicó el comunicado.
De hecho, enfatizó la necesidad de que la prioridad de todos los países sea intentar evitar un conflicto militar mundial entre las potencias nucleares, el cual podría conducir a “consecuencias catastróficas”.
La nueva advertencia rusa se produce, mientras el país euroasiático está advirtiendo del uso de bomba sucia por parte de Ucrania. De hecho, Moscú ha alertado que dos entidades en Ucrania se encargan de fabricar la bomba en cuestión y que los trabajos se encuentran en su fase final.
Las bombas sucias, también conocidas como arma radiológica, son un tipo de armas que no son lo mismo que armas nucleares, ya que no tienen la gigantesca fuerza y destrucción que una explosión atómica, pero son capaz de dispersar sustancias radioactivas en la zona afectada.
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