En la región de Donbás, este de Ucrania, en la línea que separa las fuerzas ucranianas de los separatistas prorrusos, los impactos de bombardeos entre ambos bandos son cada vez más evidentes.
Según Rusia, la crisis en el este de Ucrania, que ha tensado las relaciones de Moscú con Occidente, tiene un solo culpable: El Gobierno de Kiev, que se niega a sentarse a la mesa de diálogo con las autoridades de Donbás, como lo exige el acuerdo de Minsk, firmado hace 7 años.
En el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), Estados Unidos reiteró las acusaciones que lleva semanas formulando contra Moscú; de que Rusia quiere invadir a Ucrania en cuestión de días.
Los ministros de defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reunidos en Bruselas, prometieron su respaldo a Kiev, si Rusia toma medidas para invadir Ucrania. Varios países de la alianza, como Alemania, el Reino Unido y España han desplegado más fuerzas y armamentos en el Este de Europa.
Por su parte, Moscú asegura que no tiene intenciones para atacar Ucrania y se burla de que el Occidente haya anunciado fechas concretas para una posible invasión rusa.
En una señal para mostrar su apoyo a una solución diplomático, Moscú publicó imágenes de la retirada de tropas y armamento pesado de la frontera con Ucrania.
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