Según sostiene Thomas Bullock, experto en inteligencia y articulista de la revista británica especializada en temas militares Janes, en un mensaje publicado el jueves en Twitter, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa están desplegando sus sistemas de misiles balísticos tácticos Iskander en el área adyacente a Voronezh, que se encuentra a 250 kilómetros de la frontera occidental rusa con las regiones de Kharkiv y Lugansk, de Ucrania.
Bullock agrega que en el importante convoy que se empezó a transportar los Iskander desde finales de marzo, se incluye una serie de baterías de lanza portadores de misiles de crucero, tipo R-500 de largo alcance.
El despliegue y el equipamiento militar rusos en el flanco occidental de la Federación Rusa responde a la escalada de tensiones entre Moscú y Kiev por el envío de tropas de Ucrania, bajo el paraguas de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a las fronteras orientales del territorio ucraniano en los últimos días.
Rusia ha venido advirtiendo de que cualquier despliegue de tropas de la Alianza Atlántica provocaría una escalada cerca de sus fronteras y conduciría a una respuesta contundente por su parte. Sin embargo, ha dejado claro en varias ocasiones que sus fuerzas no representan una amenaza, empero, que permanecerán allí mientras Moscú lo considere necesario.
¿A qué se debe la elevada tensión Moscú vs. Kiev?
Las relaciones entre Moscú y Kiev se han ido deteriorando, en particular, desde que la península de Crimea se reincorporó a Rusia tras un referéndum en marzo de 2014, en el que más del 96 % de los crimeos votó a favor de la consulta.
Desde entonces, Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las brechas que surgieron a raíz de esta coyuntura que condujo a Ucrania, con apoyo de sus aliados occidentales, a involucrarse en una campaña bélica contra los grupos soberanistas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
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