“Sabemos que en Bruselas y EE.UU. se habla de sanciones con una insistencia maníaca. Es algo que no aplaudiríamos, que no nos agradaría. Esperamos que la voluntad política para seguir con el diálogo prospere y que resolvamos las cuestiones más complejas de nuestras relaciones en el marco del diálogo”, ha manifestado este martes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una rueda de prensa.
El delegado ha agregado que Rusia espera que “la voluntad política de continuar el diálogo se imponga y los temas más complejos en las relaciones con el Occidente se resuelvan exclusivamente en el marco de un diálogo”.
No obstante, Peskov ha recordado que la amenaza de medidas coercitivas y “actuaciones inamistosas” por parte de la Unión Europea (UE) y EE.UU. obligaría a Moscú a permanecer “constantemente movilizado”.
En esta misma línea, el funcionario ha aseverado que Rusia no se retirará de sus relaciones con los Estados miembros individuales. De hecho, conforme a Peskov, no hay que confundir la UE con Europa, puesto que Rusia tiene muchos amigos entre los países del continente europeo. “Cuando se trata de Europa, no iremos a ninguna parte”, ha subrayado.
Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las tensiones que surgieron después de la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia en un referéndum no reconocido internacionalmente. Como medidas de presión, EE.UU. y la UE vienen imponiendo, desde entonces, una serie de sanciones a funcionarios, empresas y sectores económicos rusos.
El último episodio de desencuentro entre las partes se remonta a la injerencia occidental sobre un fallo judicial dictado contra el opositor Alexéi Navalni, quien fue detenido el pasado 17 de enero en el aeropuerto de Moscú a su regreso de Alemania por saltarse su régimen de semilibertad.
La escalada de tensiones entre Rusia y Europa ha llegado a un punto en el que Moscú determinó expulsar a diplomáticos de Suecia, Polonia y Alemania, a los que acusa de haber participado en protestas no autorizadas a favor del aludido opositor.
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