El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció este miércoles las provocaciones de la OTAN. Criticó que la Alianza aumenta el número del personal y los equipos técnicos, y realiza cada vez más ejercicios cerca de las fronteras de su país.
Al término de las negociaciones con el presidente finlandés, Putin advirtió que su país se ve obligado a reaccionar, tanto al acercamiento de la OTAN, como a la aparición de elementos del sistema de defensa antimisiles de EE.UU. cerca de sus fronteras.
Las reacciones no tardaron en llegar. La portavoz de la Organización, Oana Lungescu, aseveró que las acciones de la OTAN son defensivas y totalmente coherentes con sus compromisos internacionales.
En 2016, la OTAN aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa y cerca de las fronteras rusas, como Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
Rusia ha advertido en numerosas ocasiones a la Alianza que la ampliación de este bloque militar socava los pactos internacionales de los años 1990, y constituye uno de los mayores desafíos a la estabilidad y la seguridad de Europa.
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