Las imágenes de la devastación se parecen a las de Gaza. Pero son del campo de refugiados de Tulkarm en Cisjordania. Ha sido el segundo día consecutivo en que las fuerzas israelíes atacan el campamento. Buscan, según afirman, a los miembros de los grupos armados palestinos. Sin embargo, durante el asalto, dañan las carreteras, demuelen y destruyen casas residenciales.
Israel ha puesto su punto de mira en los campos de refugiados de Cisjordania. Atacándolos, quiere impedir que ahí se produzcan escenarios como el del pasado 7 de octubre. Y para tal fin, no le importan las leyes humanitarias. El campo de Tulkarm está sitiado desde hace días.
La redada de este jueves, dejó a un joven palestino muerto. Según los testigos, los soldados israelíes le ataron las manos y le arrastraron por el suelo. Al decir de los medios israelíes, el ministro de seguridad de Israel, el extremista Itamar Ben-Gvir, ha dado la luz verde para que los agentes disparen a los que él llama terroristas palestinos.
También, se produjeron decenas de detenciones. Entre los detenidos hay adolescentes que deben permanecer en malas condiciones, con ojos vendados y las manos atados.
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