En una conferencia de prensa celebrada este miércoles, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha afirmado que no es el momento de abandonar las negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear con Irán. Ya se han logrado algunos avances en Viena, ha admitido.
“No es momento de rendirse, se están logrando algunos avances”, ha precisado el mandatario estadounidense en el discurso con motivo de su primer año en la Casa Blanca.
Asimismo, ha aducido que existe una “unidad” entre Estados Unidos y las potencias que negocian directamente con Irán en la cita que se desarrolla a fin de levantar las sanciones antiraníes, es decir, Rusia, China, Alemania, Francia y el Reino Unido.
¿Qué ocurre en Viena?
Las declaraciones de Biden se producen mientras el país norteamericano sigue ejerciendo sus presiones y chantajes contra la República Islámica a través de sanciones unilaterales y falsas alegaciones, mientras las conversaciones están en curso en la capital austriaca para dar nueva vida al pacto que dejó moribundo Trump.
EE.UU., bajo el mandato del expresidente Donald Trump, abandonó en 2018 el acuerdo nuclear con Irán, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) y reimpuso todas las sanciones que se habían levantado en virtud del pacto firmado en 2015, impulsando una campaña de “máxima presión” para obligar a Teherán a sentarse en la mesa de diálogo y rehacer uno nuevo.
Aunque Biden se mostraba interesado en volver al pacto, en la práctica no ha dado ningún paso positivo y ha tirado la pelota en la cancha de Irán, aplicando la postura de “tú, primero”. Ante estas presiones, Irán ha asegurado que no aceptará concesiones más allá del marco del acuerdo nuclear de 2015.
Las autoridades iraníes enfatizan además que lo primordial en estas pláticas es el levantamiento efectivo de las sanciones de EE.UU. y la normalización de las relaciones comerciales y económicas con el país persa; por tanto, cualquier acuerdo debe cubrir estas demandas de Teherán.
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