"El asesinato de un periodista ferozmente directo a plena luz del día es un asesinato abominable que tiene que ser investigado a fondo".
"El asesinato de un periodista ferozmente directo a plena luz del día es un asesinato abominable que tiene que ser investigado a fondo", ha denunciado en un comunicado el director de HRW para Europa y Asia Central, Hugh Williamson.
Williamson también ha criticado las declaraciones del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, según las cuales el periodista fue asesinado el pasado día 16 de abril en una “provocación deliberada” para tensar aun más la situación política.
A juicio del funcionario pro derechos humanos, tales puntos de vista "podrían influir en la investigación", que debe ser “imparcial y transparente” para demostrar a los autores del ataque que “las autoridades ucranianas tienen tolerancia cero hacia este tipo de violencia".
Tras recordar las duras criticas del periodista contra el Gobierno de Petro Poroshenko y su oposición al derrocamiento del expresidente Víktor Yanukóvich, HRW ha subrayado que "los investigadores deberían de tener en cuenta la posibilidad de que su asesinato esté conectado con sus opiniones y su trabajo como periodista".
El renombrado periodista murió el pasado jueves en Ucrania después de recibir varios disparos de manos de hombres desconocidos en el portal de su vivienda en la ciudad capitalina de Kiev. Esta víctima es la segunda de una personalidad favorable a Rusia en la capital ucraniana en 24 horas.
"Los investigadores deberían de tener en cuenta la posibilidad de que su asesinato esté conectado con sus opiniones y su trabajo como periodista".
En las últimas horas del pasado miércoles, el exdiputado del Partido de las Regiones Oleg Kalashnikov fue encontrado abatido a tiros en su propia casa en la capital de Ucrania.
Según los últimos informes, el Ejército Insurgente Ucraniano ha reivindicado la autoría de los últimos asesinatos, y promete venganza en contra de “los traidores al régimen ucraniano y partidarios de Moscú”.
En las semanas previas se produjeron una serie de suicidios extraños y muertes sospechosas entre responsables de la Administración de Yanukóvich y políticos de la corriente refractaria a la dominación occidental de Ucrania.
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