Según fuentes del hospital de Ibn Sina, unos 30 terroristas de Daesh atacaron el hospital, secuestraron a 20 trabajadores y se los llevaron a la ciudad capitalina de Trípoli.
Declararon que los secuestrados que eran de Ucrania, Serbia, Filipinas, y La India, intentaban salir de esa localidad árabe a raíz de la deteriorada situación de seguridad.
El pasado 19 de febrero, los takfiríes de Daesh ocuparon la universidad de esa localidad libia y suspendieron las clases además de los exámenes. Más temprano en el mismo mes, se hicieron con el control de la estación local de radio.
Un gran número de familias residentes en Sirte se ha visto obligada a abandonar sus hogares, ante el temor de ataques de los takfiríes de Daesh, mientras que las fuerzas libias continúan sus combates contra elementos de Daesh desplegados en esa urbe.
Las fuentes locales confirmaron el lunes que esas familias salieron rumbo al oeste del país, en un intento por alcanzar las zonas amparadas por los combatientes que apoyan al Gobierno de Trípoli.
Varios centros de comercio además permanecen cerrados y muchos trabajadores han optado por salvar sus vidas y huir de esa zona de conflicto.
Desde hace unas semanas, los miembros del EIIL se hicieron con el control total de Sirte y otras ciudades norteñas de Libia, desde donde dirigen ataques y atentados en otras partes del país, siguiendo los pasos de sus compañeros en Siria e Irak.
El Gobierno de Libia ha advertido, en reiteradas ocasiones, del aumento de la presencia de los elementos de Daesh en el país norteafricano y ha pedido el apoyo internacional para acabar con el fenómeno del terrorismo.
El EIIL ha amenazado con conquistar varias regiones del mundo en los próximos cinco años, incluidos España, los Estados de la península de los Balcanes, Oriente Medio, África del Norte y grandes zonas de Asia.
ask/rha/msf
