“Hay una decisión para poner fin a la presencia de las fuerzas de combate estadounidenses y extranjeras”, ha dicho este jueves el presidente de Irak, Barham Saleh, para luego señalar que, actualmente, la cantidad de esos efectivos no supera los 2500, informó la agencia Iraqi News Agency (INA).
Conforme a las declaraciones de Saleh, “la relación entre Irak y Estados Unidos es fundamental, pues se basa en intereses comunes”. De hecho, ha resaltado que el diálogo estratégico entre ambos países abarca “todas las cuestiones políticas, económicas, culturales y de seguridad”.
La madrugada del martes 16 de marzo, al menos 7 proyectiles impactaron la base aérea de Al-Balad en la provincia central iraquí de Salah al-Din, ocupada por las huestes estadounidenses.
Asimismo, un grupo recién formado, llamado ‘Resistencia Internacional’, reivindicó un ataque contra la base militar de EE.UU., ubicada cerca del Aeropuerto Internacional de Erbil, en el norte de Irak, publicando un vídeo que muestra el momento en que explota una bomba colocada al lado de una carretera mientras pasa un convoy norteamericano.
Esto es solo parte de los ataques contra las posesiones estadounidenses que se consideran tropas ocupantes en Irak, donde sigue creciendo la indignación nacional por la prolongada presencia militar de Estados Unidos.
Según revelan informes, Washington está involucrado en distintos actos desestabilizadores en el territorio iraquí, incluido el apoyo a los terroristas, así como los ataques contra las posiciones de las fuerzas populares iraquíes que luchan contra el terrorismo.
Tanto el pueblo como las autoridades de Irak exigen a Washington que abandone el país, ya que, de lo contrario, serán tratadas como “tropas de ocupación”.
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