Los indignados ciudadanos describieron las elecciones como una “farsa criminal” en las que ganó la candidata del partido en el poder, Salome Zurabishvili, luego de un escrutinio que califican de fraudulento. Asimismo, exigieron justicia y unas elecciones parlamentarias anticipadas.
Se espera que Zurabishvili se convierta en la primera jefa de Estado de Georgia, aunque el papel es en gran parte ceremonial.
El jueves, observadores internacionales indicaron que la votación fue competitiva, pero que el partido gobernante había disfrutado de una ventaja indebida y un mayor uso ilegal de los recursos administrativos.
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