El 11 de septiembre de 1973 el Palacio de La Moneda estaba en llamas. Aviones Hawker Hunter de la Fuerza Aérea chilena habían bombardeado la casa de gobierno para derrocar al presidente popular Salvador Allende.
51 años después, la romería pasa por el lugar en el que murió Allende para dirigirse al Cementerio General. Exigen justicia y reivindican las luchas de quienes cayeron.
Al pasar por el monumento de Allende, a poco de comenzar la marcha, la policía lanzó bombas lacrimógenas y agua con gases CS. El uso de estas armas químicas, creadas en Estados Unidos, está prohibido en guerras por la Convención de Ginebra, pero se siguen utilizando contra manifestantes y también contra el pueblo palestino.
Según las cifras oficiales de las comisiones de verdad, la dictadura chilena asesinó, hizo desaparecer y torturó a más de 40 mil personas. Sobre la gran mayoría de los casos no se sabe toda la verdad ni se ha conseguido justicia.
El acto central se desarrolló en medio de la represión policial, que depende directamente del Ministerio de Interior.
A pesar de la brutal represión sobre la marcha de comienzo a fin un grupo importantes de personas logró rendir homenaje a los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de la dictadura.
Beatriz Michell, Santiago de Chile.
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