El Consejo de Seguridad de la ONU, se reunió el jueves para sopesar la formación de una fuerza multinacional para combatir la inseguridad en el territorio haitiano.
A dos años del magnicidio de su presidente Jovenel Moise, Haití se desangra en una crisis que parece insuperable. Después de décadas de dictaduras y desastres naturales, partes de la capital, Puerto Príncipe, está gobernada hoy por bandas criminales. Cada día se producen 18 actos de extrema violencia, un nivel que solo se observa en zonas de guerra y que ha obligado a 165 000 personas a abandonar su país, para huir del infierno. El secretario general de la ONU realizó una visita al país antillano recientemente.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el jueves para abordar la situación en Haití. El Gobierno del país lleva meses pidiendo la creación de una fuerza multinacional para acabar con la violencia de las pandillas.
Algunos países como Estados Unidos, Francia, y naciones del Caribe han mostrado su apoyo a la formación de la fuerza multinacional.
Las Naciones Unidas creen que Haití necesita de 1000 a 2000 policías internacionales con experiencia en bandas criminales organizadas y su financiación, así como en secuestros y operaciones urbanas. El organismo, también, considera que se debe atender las urgentes necesidades humanitarias y, por otro lado, buscar la solución política para restablecer instituciones democráticas.
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