La Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil inició este martes la escucha de los alegatos finales del caso, contra el extremista derechista y otros siete acusados de orquestar un complot golpista tras perder las elecciones de 2022 frente al actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
El juez Alexandre de Moraes, quien preside el caso, señaló que intentaron imponer una “verdadera dictadura” en el país.
El proceso ha sufrido presiones externas, como las sanciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra jueces y aranceles al país. Pero De Moraes afirmó que la imparcialidad del tribunal se mantendrá firme.
A su vez, el fiscal general, Paulo Gonet, solicitó la condena para los ochos procesados, denunciando un plan criminal liderado por Bolsonaro para atacar las instituciones, impedir la investidura de Lula y minar los poderes de la Justicia. Sin embargo, apuntó que el golpe no triunfó porque no contó con el apoyo de los entonces comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea.
Bolsonaro no compareció ante el tribunal debido a su mal estado de salud. El líder ultraderechista, en prisión domiciliaria por obstrucción, enfrenta cinco delitos con penas que suman alrededor de 40 años: tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización criminal armada, daño contra el patrimonio público y deterioro de patrimonio protegido.
El juicio se lleva a cabo en cinco días hasta el 12 de septiembre, con conclusión prevista para el último día.
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