Desde el Palacio de Itamaraty, en Brasília, donde se celebra el encuentro de los países suramericanos, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recordó los varios intentos frustrados de la región por alcanzar una verdadera integración.
Lula aseguró que Suramérica no puede esperar más para superar los abismos sociales que persisten desde el colonialismo. Añadió que mientras estas naciones sigan desunidas, no se podrá alcanzar el desarrollo.
Ante los once mandatarios presentes en la Cumbre, y con la ausencia de Perú, Lula planteó que el individualismo, al contrario de la integración, tendría un alto costo para las naciones suramericanas.
En este contexto, el líder brasileño confirmó que los elementos que unen a la región están por encima de las ideologías y llamó a superar las diferencias ideológicas que afectan la voluntad de integración.
Por consiguiente, Lula ofreció una serie de propuestas para el desarrollo de América del Sur, como inversiones en proyectos de infraestructura. También, propuso crear un grupo de alto nivel, formado por representantes de los presidentes, que prepare en un plazo de 120 días una nueva hoja de ruta para alcanzar la integración de Suramérica, lo que a su juicio es uno de los asuntos vitales de la zona.
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