En una carta oficial publicada el domingo, 20 de los 27 gobernadores brasileños condenaron la iniciativa del mandatorio brasileño para una intervención militar y el cierre del Congreso, y su insistencia en la apertura del comercio y las escuelas en medio de la crisis sanitaria, provocada por el nuevo coronavirus (COVID-19).
El presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia también cuestionó el mismo domingo la gestión del mandatorio ante la crisis sanitaria y enfatizó en un mensaje en Twitter que “defender la dictadura es estimular el desorden” y es “coquetear con el caos”.
De acuerdo con Maia, para poder combatir este letal virus, debe haber orden, disciplina democrática y solidaridad con los demás, recalcando que apoyar la ruptura de la democracia en los actuales momentos “es una crueldad imperdonable para las familias de las víctimas”
Además, el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso puso en entredicho el proceder de Bolsonaro como mandatario. “Es lamentable que el presidente se adhiera a manifestaciones antidemocráticas. Es hora de la unión alrededor de la Constitución contra toda amenaza a la democracia”, subrayó.
Pero, Bolsonaro, pese a las advertencias de quedarse en casa para evitar el contagio, salió a las calles de Brasilia, la capital, y participó en una manifestación que pedía la intervención militar del Congreso.
Tras la amenaza de un golpe militar impulsado por Bolsonaro, 20 de los 27 gobernadores brasileños firmaron una carta en defensa de la democracia y se solidarizaron con el presidente de la Cámara de Diputados y Senado. pic.twitter.com/p1q7MjM7VR
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) April 20, 2020
“Espero que esta sea la última semana de la cuarentena, esta manera de combatir el virus, con todo el mundo en su casa. La masa no tiene cómo permanecer en su casa, con la nevera vacía” dijo el presidente.
Desde el comienzo de la expansión de la COVID-19 en Brasil, el mandatario brasileño ha mostrado su oposición a la cuarentena y ha minimizado la gravedad de esta enfermedad mortal, comparándola con una “gripecita”.
El nuevo coronavirus ha provocado graves crisis sanitarias, políticas y sociales en Brasil, donde el pueblo y gran número de políticos han denunciado el manejo “ignorante” de Bolsonaro.
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