Síntesis: Política y violencia perpetua en El Salvador
El Salvador, conocido como el pulgarcito de América, es tanto el país más pequeño de Hispanoamérica como el más densamente poblado del continente.
Tal vez, al escuchar su nombre se venga a la mente la violencia y el poder de las pandillas o maras. La permanencia de la violencia en El Salvador se debe, en gran parte, al fracaso de las estrategias de prevención.
En los últimos años, diferentes partidos políticos han usado repetidamente la política de seguridad con fines electorales, buscando satisfacer la demanda pública de mano dura contra las pandillas.
Sin embargo, en el último año, El Salvador está experimentando una reducción de la violencia, pero sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del mundo.
Otro campo en el que se destaca el nombre de El Salvador es la migración. El Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) y la organización humanitaria Oxfam en El Salvador presentaron un estudio relacionado con las múltiples causas de migración salvadoreña.
La mala situación económica y el mercado laboral nada equitativo son consideradas las principales motivaciones para iniciar la peligrosa ruta hacia el norte. Después, está la violencia e inseguridad, y la reunificación familiar.
Dentro de El Salvador, tanto la población como las oenegés exigen a las autoridades establecer, de manera urgente, una agenda que priorice el tema de la migración. Destacan la necesidad de dimensionar el fenómeno desde sus causas estructurales, múltiples y complejas.
También presentar y ejecutar políticas, planes nacionales, programas y proyectos sobre el modelo de desarrollo humano, considerando mejorar la inversión pública y así reducir el número de personas que eligen la migración como la única vía de cambiar su vida para mejor.
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