• De Sykes-Picot a la normalización: ¡Un enviado estadounidense redefine las fronteras de la región! | El cofre de los secretos
lunes, 28 de julio de 2025 12:09

En 1789, en un acto que revelaba una calculada estrategia, Napoleón Bonaparte dirigió una carta al pueblo de Egipto.

Sus palabras textuales resonaban con un matiz religioso: “En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso. Del comandante de los ejércitos franceses a todo el pueblo de Egipto: Sepan que Dios decretó desde el principio la destrucción de los enemigos del Islam y la destrucción de las cruces en sus manos. Decretó desde la eternidad que yo vendría de Marruecos a la tierra de Egipto para destruir a quienes la habían agraviado y cumplir la orden que había ordenado. Sepan también que el Sagrado Corán declara explícitamente en muchos versículos lo sucedido, y en otros versículos se refiere a asuntos que ocurrirían en el futuro”.

dgh/hnb

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