• Detrás de la Razón: ¿EEUU, Rusia y China crean un nuevo monstruo que no podrán detener?
miércoles, 10 de julio de 2019 20:55

Había una vez un pequeño dictador que hacía todo tipo de fechorías. Sabiéndolo, las potencias del mundo lo apoyaron con todo lo que pudieron.

Lo hicieron tan grande, o más bien le hicieron creer que era tan grande, que sintió el poder y derecho de conquistar todo lo que pudiera y quisiera, así se le ocurrió atacar a Irán, incluso con armas químicas prohibidas que le habían vendido sus apostadores y apoyadores, después de una gran mortandad, se quiso apropiar de Kuwait. El monstruo se había salido de control y tuvieron que atacarlo, derrocarlo y después ahorcarlo.

Este cuento de hadas malévolas es redactado perfectamente en el Washington Post que no soy su fan, pero que en esta ocasión vale mucho la pena mencionarlo porque lanza una alerta prudente, coherente y que da mucho miedo. Dice el artículo de Jaksin Diehl de este 7 de julio, que ese dictador con el que comenzamos hablando está siendo resucitado o creado nuevamente, que ese dictador, llamado Sadam Husein, está reviviendo.

“Nuestro nuevo Sadam” es el título del artículo, que es como describe al príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman Al Saud. Denuncia que el mismo error se está cometiendo después de 30 años, la prueba es el G20 que acaba de pasar en Japón, donde todos los presidentes y mandatarios de los países más poderosos del planeta, se saludaban, se sonreían y le ofrecían su amistad y sus negocios justamente al príncipe Salman.

Desde el presidente Donald Trump hasta el mandatario ruso, Vladimir Putin, y el chino, Xi Jinping. Desde la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el petróleo y sus reglas, hasta los 100 000 000 000 de dólares en armas de EE.UU. hacia Riad. ¿Dónde están los valores humanos, el respeto a la vida, la dignidad y la justicia? Nadie sabe. Porque todos los líderes hacen negocios y quieren tener más relación con Arabia Saudí sabiendo las atrocidades que está cometiendo con su pueblo, con sus opositores, con sus críticos, con periodistas, como Jamal Khashoggi, quien fue descuartizado por un comando de la realeza saudí; con adversarios, con mujeres de su sociedad, con su vecino Yemen, y la sangre y muerte que no nos hemos cansado de denunciar.

Ciegos no están, pero sedientos de poder y dinero sí, y lo aseguro porque no hay otra forma de explicarlo, a solo que sea ideológico y eso estaría más que peor porque, además, tendrían el sadismo de súper terroristas, y creo que por ahí van. EE.UU., Trump, ve a Arabia Saudí como una pieza perfecta para aliarse abiertamente con Israel con el objetivo de poner de rodillas a Irán. Por eso vemos tantas armas. ¿Podrán contener el temperamento del príncipe una vez que le hayan terminado de dar todo el poder? ¿Se convertirá en otro Sadam, sino es que ya hasta lo superó? ¿Han calculado todo esto? ¿Es parte de los juegos del hambre que necesitan caos, guerra y muerte para controlar a los pueblos del mundo?

En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted, en su casa, concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.

El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la noche; México, Colombia y Chicago a la una de la tarde.

Por Roberto de la Madrid

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