El Frasco, medios sin cura: Si no puedes vencerlos, ¡Sanciónalos!
En el Frasco hacemos un repaso del resumen de las noticias que aborda con ironía y humor el tratamiento de los medios de comunicación.
La compañía estadounidense Google y YouTube han vuelto a censurar a HispanTV, en otro gesto que no habla muy bien de la supuesta libertad de expresión que pregonan sus políticas. ¿Tan incómodas resultan las voces alternativas?
Se han celebrado las elecciones en España, y al respecto, el candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, ha dicho que “ha ganado el futuro y ha perdido el pasado”. Sin embargo, un canal de televisión cometió el desafortunado ¿error? de poner como cortina musical de fondo al himno español de la etapa franquista.
Para quienes piensan que las decapitaciones son algo del pasado, la respuesta es que lamentablemente, no lo son. El régimen saudí ha ejecutado a 37 ciudadanos disidentes bajo la acusación de terrorismo (justo Arabia Saudí acusando de terrorismo…) y las sanciones de los supuestos “defensores de la libertad y la democracia” jamás llegaron. Tal parece que los petrodólares vencen cualquier ideal.
¿Son las sanciones un arma tan o más poderosa que las bombas? La integrante del Comité de Ayuda al Refugiado Sirio, Suriana Cichero Lalli, que ha estado seis meses en Siria, nos ayuda a entender las consecuencias que generan para los pueblos estas sanciones y cómo los medios hegemónicos son cómplices de lo que ocurre cuando un país que no se alinea a EE.UU. es atacado.
Además, ¿cómo se financian los terroristas a los que muchos dicen combatir? ¿Es cierto que se ha visto a integrantes del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) manejando fajos de dólares cerrados y sellados por la Reserva Federal de EE.UU.? ¿Por qué los grandes medios nunca abordaron este tema?
Mientras EE.UU. sigue haciendo negocios con los saudíes que derivan en una mayor catástrofe para el pueblo yemení, dice que no permitirá que los “crímenes” del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, queden impunes. Lo que sí se permite, es presionar a la Corte Penal Internacional (CPI) para que sus crímenes en Afganistán sí queden impunes.
Los medios dominantes tal vez no tengan cura, pero al menos dudemos de aquellas “píldoras” que pretenden que traguemos.
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