• Detrás de la Razón: Trump declara la guerra a China, Europa, México y Canadá, ¿quién ganará?
sábado, 2 de junio de 2018 23:14

Ahora sí va en serio, a China le caerán las peores restricciones en la venta de sus productos: 50 mil millones de dólares de impuestos si quiere venderlos en EE.UU.

El inquisidor: el presidente estadounidense, Donald Trump. El delito: que China ha abusado y se aprovechado del inocente Tío Sam, del pobrecito EE.UU.

A finales de marzo, el inquisidor había anunciado la madre de todas las bombas en la economía. Un golpe muy duro de miles de millones de dólares contra China en una guerra comercial sin precedentes.

Pero curiosamente, la guerra quedó en suspenso, sobre todo hace 10 días, Trump decía que suspendía esa guerra comercial contra el gigante asiático. Pero ahora, se desdijo y otra vez, ahora si va en serio.

A finales de enero, el mandatario estadounidense en un informe sobre el Estado de la Nación, dijo algo que sonó las alertas, al poner como una de las más grandes amenazas no solo al terrorismo, sino a China y a Rusia. Y prometió eliminar esa amenaza. ¿Lo estará haciendo? Y lo que he preguntado ¿lo habrá calculado bien?

El presidente de EE.UU. acusa a China de tener un comercio unilateral con Washington, logrando así elevar cada año el déficit comercial con el país norteamericano, dañado a su economía nacional. Además le acusa de un gran robo intelectual. Dice que el déficit supera los 500 mil millones de dólares al año, con un robo intelectual de 300 mil millones de dólares.

De este modo ha empezado a golpear a China con aranceles de 25 % a 1300 productos, lo cual será un revés de 60 mil millones de dólares. Las tarifas van a ser aplicadas en teléfonos móviles y accesorios, ordenadores, componentes de telecomunicaciones, accesorios de informática, jaquetes y artículos deportivos, artículos textiles, muebles y complementos y accesorios de automóviles.

Por su parte, China, le tiene una lista de sanciones para EE.UU. para solo 106 productos que serán: aviones, automóviles, productos químicos, y soja. Y la guerra no es solo contra China, Trump también castiga a sus viejos socios, Canadá, México y la Unión Europea (UE), con impuestos sobre su acero y aluminio.

Se trata de aranceles de 25 por ciento al acero y de 10 por ciento para el caso de aluminio. Canadá, México y Alemania son los países que más exportan acero a EE.UU.; tan solo el año pasado, exportaron más de 10 millones 211 mil 365 toneladas de acero es decir 30 % del total de las importaciones.

En reacción a las tarifas de Trump ellos también han aumentado sus aranceles a los productos estadounidenses importados y han denunciado a EE.UU. ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), entidad que a Trump no le gusta y que podrá ser uno de sus blancos que podría amenazar con la retirada de su país de esa comunidad.

“Este es un mal día para el comercio mundial. La UE no puede reaccionar ante eso sin ningún tipo de reacción, por lo que inmediatamente presentaremos una disputa de resolución en la OMC.” apunta el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.

“Permítanme ser claro: estas tarifas son totalmente inaceptables. Durante 150 años, Canadá ha sido el aliado más firme de los Estados Unidos”, reclama el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

“México lamenta profundamente y reprueba la decisión de los Estados Unidos de imponer estos aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México a partir del 1 de junio, bajo el criterio de seguridad nacional. México reitera su postura en contra de medidas proteccionistas que afectan y distorsionan el comercio internacional de mercancías”, sentencia la secretaría de Economía del país azteca.

En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.

El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la tarde; México, doce del día, y Colombia, una de la tarde.

Por: Roberto de la Madrid.

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