• Detrás de la Razón: Rusia contraataca a Estados Unidos y Europa en la nueva Guerra Fría
domingo, 1 de abril de 2018 20:22

La discusión entre Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., con un periodista de la fuente podría ilustrar cómo están las cosas. Mientras Washington insiste que Rusia está detrás del supuesto ataque químico en suelo de Europa, las cuestiones son dos, las acciones y las pruebas.

Primero que nada, ¿qué evidencia ha mostrado el Reino Unido, Europa, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y sobre todo Estados Unidos, que todos y cada uno por separado, se apropiaron la acusación de la primera ministra británica, Theresa May, de que Rusia estaba detrás de los hechos? Respuesta: Nada.

No estoy exculpando a Rusia ni inculpando a nadie. Que su sistema de inteligencia y las pruebas que tiene Occidente sobre la implicación rusa puede ser que las tengan, puede ser que sean reales y verdaderas, o puede ser que sea un invento gigante, pero lo que es imperdonable es que no las presenten, porque en este mundo, desde pequeños nos enseñaron que nadie es culpable hasta que se muestre y demuestre lo contrario.

¿Occidente no está violando los derechos humanos al levantar una acusación y ejecutar un castigo sin ofrecer ninguna prueba más que su dicho? Insisto, a la mejor tienen razón, a la mejor son unos impostores, pero... pruebas, necesitamos todos los habitantes del planeta, pruebas.

Segundo, las acciones. El primer castigo a Rusia fue expulsar a sus diplomáticos rusos en 28 países, EE.UU., el Reino Unido y toda su palomilla. El argumento, ese, decir fue “Theresa la que dijo y nosotros en solidaridad nos unimos a ella”, pero nada más.

Entonces, como es obvio, Moscú tenía que responder y expulsa también a más de un centenar de funcionarios de EE.UU. y su palomilla, de territorio ruso. Son 140 diplomáticos de 25 países que se van fuera de Rusia.

Ah, pero entonces sí la protesta de Washington debe ser aceptada. EE.UU. expulsa, no hay problema, Rusia lo hace, entonces sí. Esta es el debate de Nauert con un periodista: -Quiero recordarles que no hay ninguna justificación para la respuesta rusa. Reportero: -No entiendo, ustedes expulsaron a 60 de su gente. -Sí, nosotros no lo hicimos como un “ojo por ojo” diplomático. -¿Está diciendo que los diplomáticos estadounidenses que están siendo expulsados no son espías bajo cobertura diplomática? -Digo que ellos trabajan para el Departamento de Estado de EE.UU., son compañeros que sirvieron allí con gran distinción. -Pero dices que sus acciones estaban justificadas, pero las suyas no, ¿por qué estas personas son equivalentes? -Creo que estamos olvidando qué nos ha llevado a este punto. -Esencialmente, ¿ustedes están pidiéndole a Rusia que acepte que lo hizo, y luego acepte su pena? -¿No sería esto lo que hacen los adultos? -De hecho, están pidiéndoles que reconozcan algo que dicen que no han hecho. -¿Sabes qué? No hay nada de malo en admitir los errores.

Moscú, por su parte, dice que fue Occidente, donde “fuerzas poderosas localizadas en EE.UU. y el Reino Unido, lo hicieron”, acusa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.

Rusia dice que esto no es más que una campaña de rusofobia, y que aunque están dispuestos a esclarecer la verdad, no se quedarán de brazos cruzados.

¿Hasta dónde llegará la escalada de tensión, de yo hago esto, tú me haces aquello? Hay muchas coincidencias que hacen de esto un misterio. El ataque químico supuesto sucede justo a unos días de las elecciones donde se reeligió el presidente ruso, Vladimir Putin, y a unos kilómetros de uno de los laboratorios de armas químicas más importantes del mundo, el de Porton Down, el Reino Unido. Coincidencia o crimen.

Y justo en medio de esta tensión, Rusia revela su prueba del misil intercontinental “Satán 2”, apodado así porque sustituye al 1, el nuevo se llama más o menos igual, Sarmat, capaz de alcanzar el Polo Sur y Norte, y atacar a EE.UU. con una cabeza nuclear de 100 toneladas. Hagamos un selfie del planeta para saber qué está pasando.

En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.

El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la tarde; México, doce del día, y Colombia, una de la tarde.

Por: Roberto de la Madrid.

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