• Detrás de la Razón: Cumbre OTAN; ¿Reemplaza Trump a Europa por Putin?
sábado, 14 de julio de 2018 20:29

La recién estrenada sede de la OTAN, una colosal, ecológica, expandible y millonaria serie de estructuras en Bruselas (Bélgica) fue el telón de una de las reuniones más tensas de los 28 miembros de este ente.

Durante la cita de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la tensión se podía cortar con cuchillo, la desconfianza volaba a sus anchas. A un lado de la mesa Estados Unidos, Donald Trump, con aquel semblante molesto que le caracteriza cuando se siente amenazado y al otro, los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica.

Sombras empañaron el evento desde su inicio, sombras como las amenazas de Trump con contribuir de “manera más modesta” con la OTAN, si los demás miembros no aportan lo que les corresponde; sanciones como los aranceles impuestos por EE.UU. al aluminio y el acero de la Unión Europea (UE); desdenes como los tuits del magnate republicano contra sus pares, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en el marco del Grupo de los Siete (G-7).

Todo esto a pocos días de que Trump mantenga (este lunes) otro de los encuentros a los que han acostumbrado a catalogar de “históricos” con el mandatario ruso, Vladimir Putin, el mismo con los que los europeos lidean por lo que llaman las amenazas rusas contra sus fronteras.

Las sesiones empezaron y Trump estaba armado y con una meta: imponer sí o sí a sus socios europeos el cumplimiento de los compromisos con los gastos de defensa, en concreto destinar al menos un 2 % de sus PIB (Producto Interno Bruto) al gasto en defensa de aquí a 2024, un punto que ha generado tensiones por el interés de Trump en alcanzar esa cifra lo antes posible. Se rumorea de que EE.UU. ha conminado a los europeos a cumplir esta meta hasta enero de 2019, de lo contrario tomará represalias comerciales.

En un giro de tuercas lanzó la iniciativa de que el 2 % no era suficiente y que pensándolo bien, el 4 % del PIB de todos y cada uno sería mejor. Aun cuando, EE.UU. en estos momentos destina el 3, 6 % de su PIB. Pero solo cuatro países alcanzan ese 2 %: Estados Unidos, Grecia, Reino Unido, Estonia y Polonia.

Trump acometió con ímpetu contra Alemania su favorita, “Alemania es cautiva de Rusia porque recibe gran parte de su energía de Rusia. Paga miles de millones a Rusia y nosotros tenemos que defenderla de Rusia”, dijo el inquilino de la Casa Blanca.

Merkel le dijo a Trump que Berlín respondió al instante cuando EE.UU. fue atacado el 11 de septiembre del 2001 y que desde entonces tropas alemanas ayudan a las estadounidenses en lugares como Afganistán.

A España y Bélgica también les llamó la atención. Lo peor es que estos y otros países que conforman la OTAN no podrán cumplir el objetivo del 2 % ni siquiera en 2024.

El presidente estadounidense usó todo tipo de improperios contra sus socios europeos desde delincuentes, morosos hasta cautivos de otros.

Un estallido de acusaciones sin precedentes. Jornadas en las que borró toda forma de respeto a socios de larga data, las relaciones diplomáticas y los buenos modales.

Es que no solo han sido empujones a los líderes mundiales, como al premier montenegrino, Dusko Markovic, ni agravios y acusaciones, son actitudes, amenazas, demandas “gansteriles” como dijera en su momento Pyongyang ante el comportamiento de uno de los más cercanos al presidente estadounidense, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.

Aunque no podemos dejar de mencionar al presidente del Consejo Europeo (CE), Donald Tusk, una voz reaccionaria, que con seguridad y propio de un político curtido en las andanzas del escenario internacional, le dijo a Trump que apreciara a sus aliados porque al fin y al cabo tampoco tiene tantos. Y mi favorito, “el dinero es importante pero la genuina solidaridad lo es aún más”.

Otros han sido más conciliadores como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que dijo que la Alianza Atlántica es una fuerza multiplicadora para Estados Unidos y que los miembros de la OTAN están más unidos por la seguridad conjunta.

Después de la tormenta, el Departamento de Defensa ha debido tomar cartas en el asunto y contactarse con sus aliados europeos para ratificar el compromiso de EE.UU. con la OTAN. Han asegurado que las bases, como la de Ramstein en Alemania se mantendrán y el número de las tropas desplegadas no sufrirá cambios.

Pero fuentes que estuvieron en los encuentros de Bruselas han manifestado que Trump sopesó la posibilidad de romper con la alianza y dirigir la seguridad de EE.UU. de forma independiente.

No debería sorprender esta postura de la Administración estadounidense. Si recordamos ya en la campaña presidencial de 2016 clamaba que alejará al país de este Alianza.

Ahora los europeos temen que Trump deja definitivamente la OTAN, aunque necesita dos tercios del Congreso para que en el encuentro con Putin acerquen posturas y retire las tropas estadounidenses de Europa y que “reconozca” Crimea como parte integrante del territorio ruso y varias posibilidades más.

Lo que no ha querido reconocer Trump es que EE.UU. paga más porque instrumentaliza la OTAN en beneficio de su agenda mundial, en particular en Oriente Medio, a saber Siria, Afganistán, siendo el único en haber invocado el artículo 5 de la OTAN tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Si nos hubieran dicho hace 17 meses que veríamos a los líderes europeos ser humillados por EE.UU., que la dama de hierro de Alemania sería víctima de bullying, que la OTAN se tambalearía por las amenazas de un magnate, no lo habríamos creído. 17 meses han hundido obras que tardaron décadas en construir, como el acuerdo nuclear con Irán.

Sí hoy la víctima es la OTAN cabizbaja, amenazada de muerte si no paga. Es la lógica de Trump, que se forjó en el mundo de los negocios recaudando alquileres. Se acostumbró a la amenaza, a los golpes para obtener lo que quería y con ese modus operandi seguirá.

¿El viejo continente cederá?, ¿qué le depara después del lunes cuando Trump y Putin se vean las caras?, ¿Trump dará el todo por el todo, entregará Europa a Putin?, pronto lo sabremos.

Por: Cristina Leiva.

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