lunes, 31 de agosto de 2020 0:28

África fue el patio trasero de Europa cuando potencias coloniales como Francia, el Reino Unido, Bélgica y Portugal se dividieron el continente a su antojo, desarraigando culturas y comunidades, y arrasaron con todo cuando se percataron de que sus días estaban contados por las ansías de independencia que crecían en los países africanos.

El colonialismo, supuestamente, llegó a su fin, no obstante, las sombras del pasado se ciernen sobre África y aunque hubo disculpas y se encubrieron los errores de la época, cabe preguntarse si las disculpas fueron genuinas o si persiste la explotación.

A pesar de las disculpas, los conflictos aún se mantienen como resultado de la colonización y una de sus consecuencias son los efectos en la cadena de suministro de alimentos, puesto que gran parte de lo que se produce en África es enviado a otros destinos, lo que provoca que quienes viven en condiciones de conflicto se encentren a merced del miedo por su seguridad física y por hambre.

mag/ctl/hnb

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